The same (sort of) but in English

viernes, 14 de febrero de 2020

Voces



Estoy buscando un libro en el mueble azul de mi cuarto. Está muy arriba y uso las repisas más bajas como escalones aunque ya me han dicho que no debería de hacerlo. Me imagino cayendo en cámara lenta, seguida de los libros, seguidos del librero. Me divierte escuchar cómo  la voz en mi cabeza relata el episodio en tercera persona mientras intento mantener el equilibrio. Consigo mi tesoro y estoy de un salto en el suelo. 

Lo mejor de leer es que cuando se hace bien, es decir, cuando me dejo arrancar de verdad, termino hablándome con la voz de los autores como si se le pegaran por un rato a la voz con la que me hablo a mí misma.Hay más o menos diálogos, humor, ironía, descripción de los paisajes... según el tono del libro de turno. 

Los personajes de los libros tienen suerte. Tienen que esforzarse poco para resultar interesantes, tiernos o simpáticos. A veces no tienen que hacer nada, pero los queremos porque los conocemos por dentro, sabemos lo que piensan o lo que les da por hacer cuando están solos. Incluso sabemos que les da miedo hacer esas cosas cuando no están solos, y los queremos más por eso. A ratos, me gustaría ser el personaje de un libro. 

El autor hablaría hoy de una mujer cansada que se ahoga en el calor de la tarde mientras suda, mirándose las puntas de los pies y que todavía no puede creer que está en África. Yo, no digo nada. 

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